Joan Mir, a por el Mundial de Velocidad. Australia y Malasia serán su bautismo de fuego. ¡A por todas Joan!
Está claro que desde Burn Out no podemos ser objetivos. La cercanía a Joan nos hace malos jueces, y siempre “barremos para casa” cuando se trata de él. Todos los elogios que tengamos para él siempre serán pocos. Le apoyamos, le seguimos y le queremos, porque es un chaval que se merece eso y más… Joan es de la casa, es de los nuestros.
Sin embargo, con el paso del tiempo las cosas se han ido colocando como deben, y las opiniones objetivas se van ajustando a las subjetivas. Ese chaval que admiramos y elogiamos ha dejado claro que se merece todas las alabanzas que se hayan vertido sobre él. Por fin Joan ha llegado a donde tenía que llegar, está donde debe estar, en el Mundial de Velocidad.
La fortuna ha repartido sus cartas, y un desafortunado Hiroki Ono se ha llevado la peor parte. Una caída en el pasado Gran Premio de Japón, que se ha saldado con una lesión, ha apartado al japonés momentáneamente de la competición. Su hueco en el equipo Leopard Racing lo llenará Mir, que disputará los dos grandes premios que quedan de gira asiática, Phillip Island (Australia) y Sepang (Malasia).
Esta toma de contacto servirá a Joan para ir sopesando el pulso a la categoría, ya que hay varios aspectos desconocidos para él en este nuevo periplo. Por un lado debe apreder y conocerse dos pistas que no ha pisado. Por otro, debe hacerse con la moto que pilotará el año que viene, una moto que tampoco conoce por el momento. Además se “mezclará” con la élite motociclista (a la que él pertenece desde ya) y se familiarizará con ese nuevo gran entorno deportivo, competitivo y, en cierta manera, hostil. Mucho que asimilar.
Pero… el Mundial es el Mundial. Eso está claro. Su nivel, su exigencia y funcionamiento son desconocidos para Joan. Un ambiente totalmente nuevo. Un ambiente por descubrir y al que necesita adaptarse.
Pero lo que no es nuevo para él es el combate, la competición. A eso está acostumbrado Joan, de eso sabe. En ese elemento se desenvuelve como pez en el agua. Es por esta desenvoltura que ha llegado a donde a llegado. Joan es un fuera de serie, un “pilotazo”.
Cuando se apague el semáforo nada será nuevo para él. Cuando dentro del casco tenga que dar el máximo y derrotar a sus rivales, lo hará. Da igual el sitio en el que esté. Da igual el apellido del piloto que tenga delante. Da igual si lo observan desde todos los rincones del planeta. Cuando el semáforo se apague, Joan hará lo mejor que sabe hacer, combatir e ir a por todas.
Aventurar resultados es arriesgado. Pero para nosotros, para mi, las cosas están claras. Joan va a dejar a todos con la boca abierta. Joan ya hace tiempo que pertenece a la élite, y hará gala de ello. No se conoce el circuito, ni la moto. Es probable que nunca haya pilotado con tanto viento como el que suele ser acostumbrado en Phillip Island. Los depredadores que le rodearán son de un metal muy duro. Pero a Joan todas esas cosas no lo amedrentan. El combate en la pista es lo suyo.
Yo apuesto a que Joan puntuará en su primera cita mundialista. Así de claro y sencillo. Así de contundente. Le falta rodaje, y familiarizarse con su nuevo entorno, y eso será lo que salve a sus contrincantes, por ahora, de su instinto voraz.
Es muy aventurado hacer cábalas, pero estoy tan seguro de la capacidad de Joan que ni teniendo mil factores en contra se verá frenado. Atentos. Joan está llamado a ser un grande. Y como un grande pisará la pista el próximo domingo. Mi apuesta es clara, Joan Mir puntuará. Y muy atentos a que la campanada no sea aún más grande, porque no es desventurado apostar por que pueda situarse entre los diez primeros. Nada me sorprenderá de este fuera de serie.
Nos harás madrugar, pero merecerá la pena… ¡Suerte Campeón!
P.D.: ¡En la madrugada del sábado 17 al domingo 18, a las 4:00, todos delante de la tele para ver a Joan hacer su debut!